Columna de opinión de Dr. Narciso Aguilera, académico de la Facultad de Ciencias Forestales UdeC.
Han pasado cuatro semanas desde que se inició el primer semestre del año académico 2020 en la Universidad de Concepción. Tiempo en que estudiantes y docentes hemos demostrado la capacidad de enfrentar desafíos complejos, para no detener la formación profesional en medio de circunstancias especiales impuestas por el COVID-19. En este breve periodo, logramos superar la etapa de incertidumbre y de resistencia al cambio; así como estimular el ingenio y la creatividad. Esta transformación de estilos, formas y maneras de ejercer docencia ha revelado que nos podemos reinventar para que, en condiciones adversas, no se detenga nuestra misión de formadores y educadores de las nuevas generaciones de profesionales.
Los problemas de acceso y manejo de las plataformas Canvas y Teams han dejado de ser novedad. Ahora las metas se enfocan a la perfección e innovación para que las actividades docentes sean más atractivas y enriquecedoras. En este proceso, han surgido iniciativas como los “laboratorios caseros” para sustituir prácticas de laboratorios formales. Lógicamente, esto solo es posible para determinadas asignaturas y temas, pero sin lugar a duda, significa un gran aporte alternativo para el cumplimiento de los objetivos de aprendizaje. Dichas iniciativas tienen valor agregado, cuando surgen por motivaciones de los (as) discentes, como resultado del entusiasmo inducido por los (as) docentes.
Laboratorio casero de Paula Sepúlveda, estudiante de Ingeniería en Biotecnología Vegetal
Como ejemplo, se hará referencia al “laboratorio casero” establecido por la estudiante Paula Alicia Sepúlveda Castillo, de la carrera de Ingeniería en Biotecnología Vegetal de la Facultad de Ciencias Forestales. La estudiante creó las condiciones en el patio de su casa y adquirió los insumos necesarios para llevar a cabo ensayos de la asignatura Técnicas de Selección y Germinación de Semillas (código 121609).
Su primera práctica de “laboratorio casero”, ha estado orientada a comparar la dinámica germinativa de varias especies de hortalizas del tipo olerícola; dentro de ellas: zanahoria, tomate, cebolla y acelga. Además, determinará algunos parámetros de calidad de las semillas y los comparará con los que indica la fuente comercial proveedora de las semillas. En dichas condiciones experimentales, no se tienen placas de Petri, papel de filtro Whatman N° 1, ni agua destilada dentro de otros insumos. Estos han sido sustituidos por bandejas desechables, algodón, agua hervida, y lo más importante, una inmensa cuota de entusiasmo e interés por aprender.
Los “laboratorios caseros” también contribuyen al cumplimiento de los objetivos formativos, mediante el involucramiento y participación directa de la familia en al menos parte del proceso: preparación de condiciones, diseño de locales, gestión de insumos, evaluaciones del material biológico, decisión sobre los destinos del material biológico. Este laboratorio casero ya forma parte de la rutina de algunos familiares que conviven con esta estudiante. Entre todos (as) establecerán su primera huerta de hortalizas a pequeña escala, para aprovechar las plántulas que se obtendrán en la mencionada práctica de laboratorio. El trabajo participativo de la familia, el sostén colectivo a la formación de la estudiante; así como emprender su propia producción de hortalizas, son experiencias positivas y ejemplarizantes surgidas durante una eventualidad excepcional, como lo es la pandemia provocada por el COVID-19.
Área de incubación y germinación
Durante este periodo complejo, nunca vivido por nuestras generaciones, se sacarán muchas lecciones aprendidas negativas y positivas. Sin embargo, está demostrado que los seres humanos estamos dotados para salir de nuestra área de confort y superar situaciones complejas. Muchos países, al igual que Chile, han apostado por continuar la docencia universitaria por vías alternativas. Esta será una experiencia enriquecedora, de la que saldremos fortalecidos (as) estudiantes y docentes. Una vez que nos podamos reencontrar en las salas de clases, laboratorios y pasillos de la Universidad, disfrutaremos el haber salido adelante juntos, y celebraremos que nuestra misión ha sido salvada.
Dr. Narciso Aguilera
Facultad de Ciencias Forestales
Universidad de Concepción