La actividad se denominó “Avances y Desafíos en la investigación del Laboratorio de Invasiones Biológicas”. En ella, miembros del LIB evaluaron el avance de proyectos colectivos e individuales, realizaron mediciones de campo y discutieron en conjunto nuevas líneas estratégicas.
Entre el paisaje de la precordillera andina chilena de Malalcahuello —comuna de Curacautín, región de La Araucanía—, investigadoras e investigadores del Laboratorio de Invasiones Biológicas (LIB) de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, perteneciente al Programa Integrativo INP4 del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), en junio realizaron el workshop Avances y Desafíos en la investigación del Laboratorio de Invasiones Biológicas.
Realizar una pausa para reorganizar fuerzas y expectativas en esta nueva etapa del LIB, asociada al nuevo Centro Basal FB210006 IEB, fue uno de los objetivos principales de la reunión. En este contexto, se presentó la misión y visión del centro basal, su estructura administrativa y operativa, los lineamientos comunicacionales del instituto en esta primera etapa, además de los avances y desafíos en investigación. Todo ello en el contexto de la pertenencia del LIB al IEB, organización que cuenta con más de 16 años de existencia.
“Esta reunión era muy necesaria para nosotros, porque si bien en los últimos dos años hemos tenido bastante trabajo de terreno por los diversos proyectos que ejecuta el laboratorio, no habíamos tenido la oportunidad de juntarnos todos y todas, especialmente con los y las estudiantes. Esta instancia nos ha permitido sentarnos en una misma mesa, conversar, ponernos al día en las distintas actividades que desarrolla cada uno/a, y en base a ello empezar a proyectar las acciones que debe desarrollar el laboratorio, más aún si consideramos que en este periodo pasaron varias cosas importantes como la adjudicación del financiamiento Basal del IEB, y comprender que somos parte importante en ello. Entonces debemos readecuar nuestro quehacer”, señaló el Dr. Rafael García, director del LIB.
A su vez, señala que uno de los objetivos de realizar la actividad en un ambiente natural, consistió en fomentar la tranquilidad y la desconexión para perfilar cómo se traduce el trabajo en terreno en objetivos más concretos: desarrollo de informes, publicaciones y otros, ya sea de proyectos e investigaciones, como prepararlos para la vida profesional, es decir, “empezar a planificar al corto y mediano plazo”.
En este sentido, las mesas de trabajo han sido útiles para recoger opiniones y sugerencias de todo el equipo para mejorar y orientar las acciones planificadas, adecuándose a esta nueva realidad. “Estamos en etapa de resolver cómo aportamos al cumplimiento de los objetivos asociados al plan anual del instituto”, destacó el Dr. García.
En la misma línea, fue importante que las y los estudiantes de pregrado y postgrado e investigadoras e investigadores del laboratorio comprendieran que son parte del IEB: “Es necesario visibilizar el capital humano para alcanzar objetivos. También orientar a estudiantes para que se sientan parte. El sentido de pertenencia es vital para lograr objetivos”, señaló el coordinador del Programa Integrativo INP4 -LIB-, Dr. Eduardo Fuentes-Lillo.
Además, fue importante comunicar que una de las estrategias del instituto para posicionar temáticas relacionadas a la investigación del LIB, es asociar la interfaz del cambio climático y crisis de la biodiversidad relacionados al bienestar humano, y vincular las ciencias sociales con las ciencias naturales para su mayor comprensión y apropiación social.
“El desafío es coordinarse con los otros programas integrativos del IEB que tienen como objetivo acercarse a la sociedad, para visibilizar los datos recopilados por los estudiantes. Lo más cercano es trabajar con el INP1 Plataforma de Información para Datos de Biodiversidad -BIODATA- del IEB que trabaja con colecciones sobre biodiversidad, específicamente en la entrega de datos, eso es lo principal a corto plazo”, destacó el Dr. Fuentes-Lillo.
El coordinador del programa señala también que es un desafío abrir el abanico de proyectos, trabajar con comunidades y tener un trato directo con la sociedad, además de publicar y difundir sus resultados. “En este sentido debemos apoyar a nuestros estudiantes de pre y postgrado para darles las facilidades para divulgar sus investigaciones y empoderarlos para que representen al laboratorio, y obtengan experiencia”, destacó el Dr. Fuentes-Lillo.
En las jornadas de trabajo se compartieron avances en el trabajo del informe IPBES (Panel Intergubernamental Sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos) sobre especies invasoras donde participa el investigador Dr. Aníbal Pauchard, director del IEB y fundador del LIB.
En este punto manifestó el interés y la preocupación de científicos y científicas a nivel global, el esfuerzo por incluir paridad y equidad en la participación de países en el equipo de trabajo, y a su vez el interés de países en desarrollo —como Chile— para seguir el camino de la conservación. Este proceso extenso, contempla varias etapas, el cual se espera que termine en 2023. En este sentido el Dr. Pauchard instó a ser parte de los grupos de trabajo y estar atentas y atentos a sus resultados.
Investigaciones destacadas
Entre los trabajos destacados de estudiantes y el equipo de investigación, se encuentra el de Nicole Sandoval, coordinadora del LIB, quien presentó avances del Proyecto FIBN 014/2018 Métodos de control de Pinus contorta.
Este estudio pretende evaluar estrategias de control, la respuesta de la vegetación nativa y cuantificar la re-invasión de pinos en áreas naturales. “Se combinaron dos métodos de control diferente, el anillado y la corta tradicional, para observar cuál funcionaba mejor y qué técnica de manejo de desecho era más eficiente en el control de esta especie invasora. Entre las principales conclusiones preliminares de esta investigación, el anillado químico resultó ser menos efectivo, en comparación al anillado mecánico, el cual genera una mortalidad de 80% a 90% de pinos dentro de la parcela donde se utilizó este método”, señaló.
En Chile existen pocas experiencias reportadas de control de árboles en ecosistemas naturales, por lo tanto estos estudios servirán de guía. “Ante ello es importante publicar y divulgar este conocimiento”, añade Nicole Sandoval. A su vez, Nicole señala que el workshop fue una buena oportunidad para compartir distintas opiniones e intercambiar perspectivas, “ojalá podamos seguir expandiendo estas acciones, y que sean más frecuentes” destacó.
Por otro lado, se encuentra Alejandra Jiménez, quien se desempeña como profesional de apoyo en el LIB. La científica compartió avances sobre su trabajo en Ciencias y oficios: El desafío de las nalcas de Lebu, el cual tiene vinculación directa con comunidades y coproducción del conocimiento -a través del programa Despensa Silvestre de Arauco.
En este trabajo, Alejandra colaboró con la productora local Cledia Flores, en resolver preguntas e hipótesis sobre abundancia y riqueza de especies, suelo y semillas, con el objetivo de que las nalcas tengan mayor sustentabilidad en su producción. “Me sorprendió su conocimiento, tiene una destreza innata, como por ejemplo, su capacidad de distinguir qué nalcas hay que cortar y la cantidad de luz que se debe dejar sobre ellas. Nosotros vamos con aparatos para medir estos datos, y ella maneja esta información de forma natural por el tiempo que ha ido observando y trabajando la tierra y las nalcas”, destacó.
Desde este punto de vista, el LIB está abriendo posibilidades de involucrarse en otras líneas de investigación ya que es posible encajar la ciencia con nuevas directrices desde lo social. “Siento que es necesario que nuevas y antiguas generaciones se abran a ello, para que la gente se acerque a la naturaleza, a mi me encanta entregar conocimiento, colaborar y ponerse a la altura de todos”, señaló Alejandra.
Por último, el estudiante de pregrado de la carrera de Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales, Antonio Lara, compartió los avances de su habilitación profesional en la Caracterización del banco de semillas de Mesembryanthemum spp. en cuatro Áreas Silvestres Protegidas del Norte de Chile.
La importancia de este estudio radica en que la cuantificación de los bancos de semillas permite evaluar la eficiencia de las estrategias de control, pues estas semillas -que quedan en el suelo o en plantas remanentes- son las que luego re-invaden los sitios que ya fueron controlados, por lo tanto sus resultados permiten priorizar de mejor manera actividades de control de esta especie invasora en áreas protegidas.
“Mi experiencia en el LIB ha sido nutrida desde diferentes ámbitos. La convivencia con las personas que forman y han formado parte del laboratorio me han entregado la seguridad para poder expresarme, y conocer otras disciplinas relacionadas a la ecología. Además de desarrollar habilidades de logística y de organización que conlleva realizar terrenos. Por otro lado, introducirme en la temática de invasiones biológicas me ha permitido conocer las consecuencias y la gestión que ha tenido esta amenaza en el país. Las actividades de terreno en las cuales he participado involucran distintas especies y ecosistemas, desde el desierto de Atacama, a bosques de araucarias, hasta islas y bosques quemados”, señaló el estudiante.
Por último, destaca que conocer la relevancia de la ciencia desde un laboratorio le ha permitido comprender su rol como futuro profesional con la sociedad y las relaciones con la naturaleza, y por añadidura los múltiples desafíos y acciones pendientes.
Fuente: Noticias UdeC