Red internacional de científicos presenta soluciones.

Lotus uliginosus (nombre común: lotus, alfalfa chilota), una de las especies emblemáticas que se comportan como invasoras en áreas naturales de Chile.
Bien sabemos que las plantas invasoras son una de las principales amenazas en la biodiversidad, estas especies no son nativas y se vuelven muy abundantes afectando a los ecosistemas y a la conservación de los recursos naturales; dentro de sus consecuencias se encuentra la inutilización de terrenos y grandes pérdidas ecológicas y económicas. Ante esto, un grupo de científicos especialistas del área, provenientes de ocho países, entre ellos Chile, publicaron un paper durante estas semanas sobre las nuevas variedades de plantas forrajeras que se utilizan como alimento para la ganadería, y las posibles amenazas que podrían provocar en el ecosistema. Esta investigación fue publicada en la última edición de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America –PNAS-, de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Los gobiernos, a través de sus departamentos de medio ambiente se han preocupado del control de especies invasoras a nivel mundial. En el caso de Australia, se utilizan $100 millones cada año en el manejo de especies invasoras en medios naturales. En relación a los impactos en nuestro país, el Dr. Aníbal Pauchard de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, quien es investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad y coautor esta investigación, señala que los efectos ambientales y socioeconómicos causados por las invasiones de plantas exóticas, aún cuando no han sido cuantificados, están presentes en todas nuestras áreas naturales y van desde el desplazamiento de las especies nativas, la reducción de la provisión de agua hasta el incremento de los incendios forestales.

Lolium spp. (N.c. ballica, raigras), otra de las especies que se comporta como invasora en áreas naturales de Chile.
Ante la creciente demanda mundial de carne y leche, la industria ganadera ha desarrollado nuevas variedades de plantas forrajeras las cuales podrían ser un riesgo sustancial como malezas invasoras para los ecosistemas. El Dr. Don Driscoll de la Universidad Nacional de Australia, e investigador principal de este estudio, señala que a medida que la población crece se están desarrollando nuevas variedades con el fin de aumentar la producción ganadera, “el problema es que el desarrollo de estas variedades mejoradas son más propensas a convertirse en un problema ambiental, pueden invadir zonas adyacentes y extenderse a través del paisaje, o es posible que se puedan cruzar con malezas invasoras ya existentes”, señaló.
Las nuevas variedades de plantas forrajeras están diseñadas para crecer más rápido que las tradicionales, y poseen una mayor tolerancia al frío, sequía, enfermedades, salinidad y suelos. “Estos cultivos son productivos y económicamente rentables para la industria ganadera, ya que producen mayor biomasa, sin embargo podrían generar un alto impacto ambiental a largo plazo”, afirmó el Dr. Pauchard. “Existe una alta probabilidad de que estas variedades escapen más allá de los cultivos establecidos, y con sus nuevas características se establezcan en lugares donde puedan competir con las especies nativas”; señaló.

Trifolium repens (N.c: Trébol blanco), especie que se comporta como invasora en las áreas naturales de Chile.
No obstante, este complejo escenario genera oportunidades de innovación para un manejo integral y sustentable entre las distintas áreas involucradas. En relación a las posibles soluciones, los científicos sugieren que los agricultores busquen otro tipo de plantas nativas como forraje para el ganado evitando el uso de plantas invasoras, acción que podría verse beneficiada con una posible certificación ecológica; además, recomiendan que los gobiernos promuevan un mayor análisis de riesgo de entrada, a través de la administración de una lista de variedades prohibidas debido a su impacto potencial en el medio ambiente natural. Por otro lado, sugieren desarrollar una evaluación de riesgos de plantas forrajeras para asegurar su detección y control; y en relación a la industria ganadera recomiendan fortalecer el desarrollo de bioseguridad en sus productos. Todas estas acciones deben apoyarse sustancialmente con el trabajo de los científicos en la detección de especies invasoras.
“Si bien la realidad en Chile sobre especies invasoras aún se encuentra en evaluación y no existen planes precisos de cómo manejarlas, todo indica que éste será un tema importante para asegurar la conservación de nuestra biodiversidad, y más vale prevenir ahora que invertir grandes sumas de dinero, como lo han hecho otros países donde el problema ya se encuentra desencadenado”, destacó el profesor Dr. Pauchard. “No es necesario que lleguemos al nivel de invasión que tienen Estados Unidos o Australia para empezar a actuar, podemos aprender de sus experiencias y prevenir los problemas antes de que el costo del control sea enorme”, señaló.
El paper científico está disponible en la última edición de Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America –PNAS-. Además, se encuentra disponible un video explicativo de la investigación en el link http://youtu.be/lMz1PXtmo1c
*El paper científico fue destacado durante esta semana en la Revista Nature.